Reducción de mamas
Las mujeres que tienen el pecho muy grande y caído habitualmente tienen problemas como dolor de espalda, infecciones o irritación del pliegue submamario, cervicalgia, marcas en la piel por el sujetador… También puede impedir realizar una actidad deportiva activa, más allá de la pérdida de autoestima. La reducción y la remodelación del pecho se consiguen mediante la extirpación de piel, glándula mamaria y tejido graso. El objetivo es disminuir el tamaño de los senos y aliviar las molestias asociadas a tener los pechos muy grandes.
¿Qué pacientes solicitan una reducción de pecho?
La reducción de mama de pecho se puede hacer a cualquier mujer sana que presente unos pechos desproporcionadamente grandes. La clínica asociada puede ser:
- Dolor de espalda
- Cervicalgia (dolor de cuello)
- Problemas respiratorios
- Entumecimiento u hormigueo en brazos y manos (parestesias)
- Cifosis o lordosis torácicas adquiridas
- Intértrigo (infección del pliegue submamario por hongos)
- Dolor en los hombros
- Marcas del sujetador
- Dificultad para hacer deporte
- Vergüenza, timidez, sentimiento de falta de atractivo físico
Además, puede ser un procedimiento necesario en una paciente sometida a reconstrucción mamaria, principalmente para simetrizar la mama contralateral, es decir, para asemejar la mama “sana” a la mama que estuvo enferma y que ha sido reconstruida.
¿Cómo quedan las cicatrices tras una reducción de mamas?
Tras una reducción de pecho las cicatrices tienen forma de “T”, es decir, alrededor de la areola, una vertical hacia el surco, y una horizontal en el pliegue submamario. Durante los primeros meses las cicatrices están rosadas y algo duras. Su aspecto irá mejorando poco a poco hasta.
Aproximadamente al año tras la cirugía, se vuelven casi invisibles, blancas o del color de la piel normal. Posteriormente, si lo deseas, se podrán mejorar con una buena dermopigmentación o micropigmentación.
Cicatrices al mes tras la cirugía
Cicatrices al año tras la cirugía
¿Qué volumen me quedará?
Dentro de un intervalo, podrás elegir si prefieres que te quitemos más o menos volumen. Las mujeres más jóvenes nos suelen pedir reducciones no muy grandes, porque están acostumbradas a tener pecho. Por el contrario, las señoras más mayores suelen pedirnos “cuanto menos mejor” porque suelen contar una historia de años y años de incomodidad, molestias y dolores.
¿Se pueden poner prótesis en la misma cirugía?
Muchas veces sí. Pero si partes de un pecho muy grande, aunque se pueda poner prótesis, hay que valorar detenidamente tu caso, tus expectativas, calidad de la piel… En ocasiones lo hacemos, pero en muchas otras ocasiones tenemos que explicar por qué es mejor que no. En resumidas cuentas, si tienes suficiente volumen glandular para restructurarlo, reformarlo y recrear un pecho bonito, a veces lo mejor es no recurrir a un implante.
¿Cómo es el postoperatorio tras una reducción de senos?
La mayoría de las molestias se controlan bien con la medicación. No es una cirugía dolorosa (el músculo no se toca, queda indemne). Al principio es normal tener la piel acorchada, y los pezones muy sensibles. La gran mayoría de puntos van por dentro, pero los que se vean por fuera te los retiraremos entre la primera y segunda semanas. El aspecto inicial de las mamas será raro, porque estará hinchado. Poco a poco, la inflamación postquirúrgica se irá resolviendo y las cicatrices se irán disimulando. Los pechos volverán a estar blandos más o menos hacia la sexta semana. También para entonces ya habrán cogido forma (al principio es normal que se vean rectos de abajo).