Cirugías de feminización corporal

Cambio de sexo hombre - mujer

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En la mujer transexual, la mayoría de veces el efecto de las hormonas no es del todo suficiente para conseguir una silueta femenina. Existen diferentes cirugías, además de tratamientos estéticos, para redefinir el contorno corporal y que la paciente se sienta completamente identificada con su género. Las cirugías de feminización corporal son los procedimientos quirúrgicos que tienen por objetivo transformar un cuerpo de aspecto masculino en un cuerpo completamente femenino, para promover la concordancia entre el cuerpo y la identidad de género (congruencia de género).

Las mujeres transgénero son personas que fueron asignadas como hombres al nacer, pero que percibe su identidad como femenina. Esa persona puede sentirse mujer y no realizar ninguna modificación corporal. Cuando esas mujeres desean adquirir la apariencia física del sexo con el que se identifican y se someten a tratamientos hormonales, estéticos o quirúrgicos (faciales, corporales o genitales) para adecuar su apariencia física a la de una mujer, se trata de una transexual femenina. Todas las mujeres transexuales son transgénero pero no a la inversa.

Las cirugías de feminización corporal son una parte muy importante del proceso de cambio de género de hombre a mujer. Hay varias operaciones que pueden ayudarnos a obtener un cuerpo femenino: pechos más grandes, cintura más estrecha o caderas más redondeadas.


Aumento de mamas

El tórax masculino y el femenino son diferentes, en cuanto a su forma, distribución del músculo pectoral y tamaño y posición del pezón. Las hormonas ayuda apreciablemente al crecimiento de las glándulas mamarias. Sin embargo, muchas veces no llegan a tener la forma o el volumen deseados por la paciente para este nuevo rol femenino. El aumento de mamas en la cirugía de reasignación sexual difiere del aumento mamario habitual, y se requieren técnicas y cuidados específicos. Aún así, podemos recrear un pecho de apariencia femenina, utilizando las prótesis (redondas, anatómicas o ergonómicas), que mejor se vayan a adaptar a las necesidades y gustos de cada paciente.


Lipoescultura

La grasa tiene una distribución genéticamente distinta en los hombres y en las mujeres. La hormonación modifica los depósitos de grasa del cuerpo, para acercarse a las formas de las mujeres biológicas pero habitualmente sin conseguirlo del todo. Cuando la silueta no adquiere la forma femenina deseada después de la hormonación, entonces se puede recurrir a la cirugía. Mediante técnicas de liposucción, lipoescultura y/o lipotransferencia podemos esculpir con detalle el cuerpo y conseguir curvas más propias de la mujer: cintura más marcada y estrecha, vientre más plano, nalgas más redondeadas, piernas mas delgadas…


Abdominoplastia o BodyTite

En ocasiones nos encontramos en la situación en la que la mujer transexual, como parte de su proceso de cambio, ha adelgazado muchos kilos, teniendo como resultado flacidez abdominal, junto con depósitos de grasa localizados que son rebeldes a la dieta y al ejercicio físico. Hemos de tener en cuenta que la tendencia masculina es a acumular grasa en el abdomen. En algunos casos hace falta recurrir a técnicas de abdominoplastia para tensar la piel del abdomen, los flancos o incluso la espalda. Cuando la flacidez no es muy grave, podemos conseguir una retracción cutánea significativa con el BodyTite.

Las cirugías de feminización corporal y facial pueden realizarse antes de la cirugía de reasignación de sexo (genital) para ayudar a aceptar y desarrollar el rol femenino.